Momo

“Back to earth… or hell?”

Volvió a abrir la maleta. Quería asegurarse de que no olvidaba nada, aunque no era realmente necesario por lo poco que traía. Un par de camisetas, ropa interior y los únicos pantalones que tenía, los llevaba puestos en ese momento. Todo gentileza del “cuerpo de enfermería” del Hospital de Tokyo. De repente notó que faltaba algo en esa maleta, también prestada. Así que se dirigió al lavabo y cogió el cepillo de dientes que, como todo lo demás, era un regalo del “cuerpo de enfermería” . Suspiró. ¿Por qué tanta parsimonia? Después de dos años ingresado, debería de estar contento. Por fin podía irse; salir de esa habitación diminuta con bonitas vistas al cementerio y decorada con esas elegantes cortinas rosas que tanto le irritaban. Lo normal sería que estuviese  saltando de alegría, mas Kyo solo suspiraba. Fuera de esa habitación estaría completamente solo. Sin ayuda; sin trabajo; sin amigos ni familia a quien recurrir. Sin recuerdos. Tenía miedo de enfrentarse al mundo de fuera. ¿Y quién no lo tendría en su situación? Empezar de cero no era fácil y eso, Kyo, lo tenía muy claro.

>> Ojalá no hubiese despertado nunca

De pronto oyó voces detrás de él. Se dio la vuelta y reconoció al “cuerpo de enfermería” al completo cuchicheando y empujándose entre ellos.

- Mmh?- Kyo arqueó una ceja y prosiguió- ¿Habéis venido a despedirme o qué?

Uno de los enfermeros, Ruiza, dio un paso al frente y después de mirar a Kyo con una cara de pena que parecía decir “ pobre desgraciado, la que le va a caer”, que aumentó el nerviosismo e intriga de Kyo, se inclinó y dijo…, mas bien gritó:

- Sumimasen!!! Ten! Esto es para ti. Hemos preferido dártelo personalmente…

Ruiza le alargó un papel blanco a Kyo, quien lo cogió con manos temblorosas. Sabía de que se trataba  y, si hubiese podido, lo hubiera preferido romper en mil pedacitos para tirarlos luego por la ventana. Volteó la hoja y leyó lo que estaba impreso en ella.

- ¡LA PUTA!!- exclamó Kyo al ver la cifra estampada en rojo al final de la factura- ¿Todo eso….lo he de pagar yo?!

Por el tono de indignación, con el cual sonaron esas palabras, a Ruiza no le quedó más remedio que intentar, por lo menos, calmar a Kyo. Él fue quien lo ha estado cuidando durante todo este tiempo y , aunque solo haya hablado con Kyo durante los últimos cuatro meses, lo cierto era que Ruiza ya le conocía bastante bien. Sabía tratar a los pacientes, sobretodo a los que se han encontrado en el mismo estado que Kyo.

- Lo siento….pero en estos dos años que has estado en coma, nadie se ha hecho cargo de los gastos y….aparte, no pudimos contactar con nadie….ya que no llevabas nada con que identificarte..y… como no recuerdas nada…De veras lo siento Kyo! Pero no te preocupes. El director se hace cargo de tu situación y  ha dicho que puedes pagar a plazos. Y como es obvio, hasta que no encuentres un trabajo…no hace falta que pagues ^^.

- ¡Qué bien! Ahora estoy mucho más tranquilo Rui , gracias- exclamó Kyo con sarcasmo.

- Kyo-kun~ -.-“

- Mira, no tengo trabajo ni dinero, como tan amablemente me acabas de recordar. Lo único que tengo es amnesia temporal y poca cosa más…. Pe..pero si por no tener, no tengo ni nombre, joder!

 Era cierto. Todos en el hospital decidieron llamarle Kyo por el colgante que llevaba el día que le encontraron tirado en la calle. Se trataba de un colgante en forma del carácter “kyo” y así se le quedó el mote.

- No sé por qué cojones tuvisteis que recogerme….

- No fuimos nosotros, te trajeron aquí unos chicos…

- Pues hubiese sido mejor que me hubierais desconectado al ver que no despertaba y que nadie venia a visitarme!! Así no tendría que verme en esta situación.

- No digas eso Kyo! Que no llevaras ningún tipo de documentación, no es culpa nuestra. Ni tampoco que nadie preguntara por ti! Nuestro trabajo es salvar vidas, así que no nos recrimines que hayamos cumplido con nuestro deber… Igualmente, no podemos desconectar a nadie sin el consentimiento de la familia…

Kyo notó que a Ruiza le temblaba la voz. Lo último que quería ahora es hacer llorar al que había sido su mejor amigo en el hospital. Ya lo consiguió en dos ocasiones…Dos veces en cuatro meses, con un margen de 48 horas. Hizo un largo suspiro y tras sonreír levemente dijo:

- Gomen…Gracias por todo chicos. Os echare de menos…pero no tanto como a la habitación y a la comida, he….

Se despidió de todos, uno por uno, pero en especial de Ruiza ~, a quien no se conformó con darle la mano, así que después de darle un abrazo X3, cogió la maleta y salió de la habitación.

-Oye!!!- exclamó Ruiza antes de que Kyo entrara en el ascensor- No te olvides de venir a los chequeos mensuales!!

*DROP*

 -¿¿ E…eso también lo cobráis?? ^^”

Ruiza no contestó. No hacía falta. Solo río ligeramente y, al mismo tiempo que Kyo entraba en el ascensor, murmuró:

-Buena suerte, Kyo-kun.

Ya estaba fuera. Kyo miró a su alrededor. Sintió que la ciudad había cambiado mucho en dos años ,aunque no lo podía saber, ya que no recordaba nada. Ni el accidente, ni dónde vivía, o más bien había vivido. Pero tenía esa sensación. Miró atrás por última vez, al inmenso edificio que había sido su hogar durante este tiempo. Sabía que volvería el mes que viene, pero… entonces ya sería diferente. Se sentiría como un extraño. Ya no podría pasearse por las diferentes plantas como si estuviera en su casa, ni hacer enfadar a las diferentes enfermeras por eso. Y, lo que le dolía más, es que ya no podría tomarle el pelo a Ruiza como de costumbre.

Esperaba que no perdiera  el contacto con él. Si para Kyo, olvidar ya era doloroso, ser olvidado, debía ser una tortura. Y a Kyo le habían ocurrido las dos cosas. ¿Nadie se dio cuenta de que no volvió a casa ese día? ¿Sus padres, si es que tenía, o sus amigos, si es que tenía también, no se habrán extrañado de que  no haya dado señales de vida en dos años?

 Miró al frente.  Ya no importaba todo eso. Tenía todo el tiempo del mundo para averiguarlo. Su amnesia era temporal. Tarde o temprano lo recordaría todo. Para lo que no tenía mucho tiempo era para buscar un lugar donde pasar la noche. Ruiza le habló de un centro de acogida que estaba muy cerca del hospital. Le dijo que podía quedarse allí todo el tiempo que hiciese falta, que ya les había hablado de él. Sin dudarlo ni un minuto más, Kyo cruzó la calle y se puso en busca del centro y decidió empezar por preguntar a un chico que estaba apoyado en una farola, fumando un cigarrillo. Si no hubiese conocido a Ruiza, hubiera jurado que ese chico era  una chica, muy alta, mucho más alta que Kyo, pero una chica.  Como pudo comprobar, se trataba efectivamente de un chico. Pero, para sorpresa de Kyo, éste se le acercó y, sin que el otro pudiera reaccionar a tiempo, cogió la maleta por el asa y empezó a correr con ésta en la mano.

>>ME CAGO EN LA…

-Tú!! Desgraciado!!  PARA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Dicho y hecho. El desconocido paró en seco y Kyo no pudo evitar chocar con él y caer seguidamente al suelo.

->.

-Joder…que triste….Dos camisetas, cuatro calzoncillos, dos pares de calcetines, un cepillo de dientes y ni un puto céntimo -.-.”¿ No te da vergüenza salir de casa así? Eres de lo peor… >.>

 Kyo estaba flipando directamente, pero decidió controlar su mal carácter, tal y como le había aconsejado Rui y mientras pensaba como se lo había hecho ese chaval para poder contar todo lo que traía en la maleta en tan solo cinco segundos, le dijo:

-Siento ser una vergüenza para la especie humana, pero yo por lo menos no robo a nadie. Pero tu de que vas enano??

Al oír eso, el otro empezó a reírse a carcajada limpia

-XDDDDD Lo de enano no lo dirás por mi verdad?? XDDD

-No lo decía por eso >.

-XDDDDD Yo diría que no me llegas ni a la cintura XDDD

-Vete a LA MIERDA!

Kyo lo tenía ya asumido de que era bajito y lo toleraba hasta cierto punto, pero todo tiene un límite y el ladrón ya lo había superado. Se levantó e intentó coger la maleta al mismo tiempo que metía las cosas que se habían caído al suelo. Cosa que no funcionó muy bien…La maleta se le cayó de nuevo y necesito dos minutos más para poder arreglarlo todo. Cuando hubo terminado, se dio cuenta de que el chico misterioso ya no estaba. Alzó la vista para verlo de nuevo (aún tenía un par de cosas que decirle a ese niñato y no podía permitir que se saliera de rositas después de haberle intentado robar) Se dio la vuelta pero no lo encontró. De pronto se dio cuenta de que estaba enfrente del centro de acogida que buscaba.

>>No puede ser…

Se acercó a la puerta. Se trataba de un edificio antiguo al estilo occidental, tal y como le había descrito Rui. Agachó la cabeza y descubrió un trozo de papel en el umbral de la puerta. Lo recogió y leyó atentamente lo que había escrito. Luego lo leyó otra vez, y otra y otra. Estaba totalmente confundido.

-¿Se puede saber…quién eres? ¿Qué significa todo esto…?

La puerta se abrió de repente. Kyo dio un paso atrás y miró fijamente a la persona que había abierto al puerta. Era un hombre. Más o menos de la misma edad que Kyo. Llevaba un traje negro, al igual que su pelo.

- ¿Eres el paciente de Ruiza?

-Eh?- Kyo no  esperaba esa pregunta y le sorprendió- Etouu… hai! Kyo-desu.

- Yo soy el “secretario” del centro. Me llamo Kaoru. Ruiza me dijo que vendrías para alojarte aquí, pero como no llegabas, decidí salir a buscarte. Encantado de conocerte, Kyo.

- A…arigatou…

Por alguna razón, Kyo se sentía seguro con Kaoru. Tenía la sensación de que podía confiar en él, igual que le pasó con Ruiza.

-Sígueme, voy a enseñarte tu cuarto.

Kyo le siguió y empezó a subir las escaleras tras él, mientras, una y otra vez, volvía a mirar la nota que le había dejado ese chico. 

 

 

Bienvenido de nuevo a la tierra Kyo, o más bien, al infierno.

                                                                                                                           -MYV-

 

 

 


Kaoru le dirigió hasta un pasillo. Las puertas de las habitaciones se encontraban a la derecha y un gran ventanal, con vistas al jardín, al otro lado.

-Es ésta, la 1313.  Como es obvio, la tendrás que compartir. ¿Supongo que no te molestará?- dijo Kaoru sonriendo.

Kyo observó atentamente el número de su habitación. >>Es solo casualidad

-Bonito número….seguro que me traerá suerte….

- Quizás…-se limitó a contestar el secretario. Bueno, pasa, tus compañeros te están esperando. Si me necesitas por cualquier cosa, estaré en mi despacho ^^. Ja ne!

- Ja…

Kyo siguió a Kaoru con la mirada hasta que le perdió de vista. Entonces decidió abrir la puerta, después de picar y pedir permiso para entrar. La habitación estaba llena de humo de tabaco, pero tanta cantidad, que tuvo que toser. La visibilidad era bastante mala, pero pudo reconocer a tres individuos  sentados en el suelo, fumando, jugando a cartas y …”ligeros” de ropa. El que iba más vestido ,aún conservaba los pantalones y la camiseta interior, era un chico de pelo rojo. El que estaba sentado a su lado iba en calzoncillos y camisa, y el tercero…más pequeño que Kyo, que ya es decir, estaba en paños menores. El nuevo inquilino estaba totalmente confuso.

-Se…se puede saber…qué.??

Al oír esas palabras, el pelirrojo levantó la vista y se fijó en Kyo. Le dio un buen repaso y exclamó:

-¿Tú eres el nuevo verdad? Pero no te quedes aquí parado! Siéntate hombre, siéntate y juega con nosotros. Sabes jugar al póquer  verdad? Pero como no tenemos dinero tenemos que jugar así. XD  A mí ya me está bien. Si te quedas podrás  ser testigo de la primera vez que alguien se queda en bolas XDD, eh Yomi?

Al decir esto echó una mirada maliciosa al chico que estaba en peor situación.

>>yo no me quedo aquí

Aunque el golpe fue bestial, el despistado que abrió la puerta, no se dio cuenta y, todo emocionado, exclamó:

-Un nuevo! Dónde está??? Kao me dijo que teníamos un nuevo inquilino XD donde está ¡? Lo quiero ver !! Lo habéis visto?? ¿Cómo es? ¿Es guapo? Pero dónde está? Me ha dicho que ha estado ingresado Y..¿qué táis haciendo? =3

Cuando se hubo callado, Die, el pelirrojo, contestó:

- Nosotros estamos jugando al strip-poker y.. al nuevo……lo acabas de matar, Uru… 

- Eh?

Uruha miró al suelo y descubrió el cuerpo inconsciente de Kyo.

- Oh…He sido yo?

- Hai- contestó Ruka, el que estaba sentado al lado de Die, al mismo tiempo que se levantaba. Se acercó a Kyo y empezó a examinarlo. Mientras tanto,  Yomi aprovechó para vestirse y abrir la ventana para ventilar la habitación.

- Está vivo?-preguntó con indiferencia.

- Sí- le contestó Ruka- pero creo que habrá que avisar a Gackt. Que mala pata, ¿verdad?, sale del hospital para acabar con la cara rota XDDD

-Pues voy a buscarle!- propuso Uruha con entusiasmo ^^. –ahora vuelvo, procurad mantenerle en vida mientras tanto, ok?

Y tan feliz como había entrado en la habitación, se fue a buscar a Gackt.

- Oye, ese tío…es consciente de verdad de que ha sido culpa suya?- preguntó Yomi.

-A saber! La mente de Uru es muy compleja, solo la entienden los de su misma especie ,o sea Miyavi…- Contestó Ruka en plan filosófico.

Die se agachó y recogió  a Kyo del suelo y lo estiró con cuidado en su cama.

Le examinó con cuidado la zona del golpe, mientras le quitaba la sangre con un pañuelo.

- Habrá que darle puntos. Le quedará la cara como un mapa. ¡Qué pena, con lo mono qué es!

- Bah, no te preocupes! Gackt hace maravillas, no le quedará ni una marca, para eso le pagan - comentó Yomi que se subió a su litera para ver mejor el espectáculo ,sin que nadie le obstruyese el campo de visión.

De pronto se oyeron unos pasos que se acercaban. La puerta se abrió de golpe y aparecieron en escena Uruha, seguido de Gackt y de su ayudante, un chico joven moreno.

- ¿Se puede saber qué habéis hecho esta vez? -_-“

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No… por favor.. para….déjame!!! No quiero!!!… Onegai!!!! Onegai shimasu!!!! IIE!!!

De pronto tuvo la sensación de que  alguien o algo se le estaba acercando. Abrió los ojos y lo primero que vio, fue la cara de un chico rubio que estaba sentado encima suyo.

- Daijoubu? – dijo de pronto con una voz realmente adorable XD. Pero por muy adorable que fuera su voz y el chico, Kyo no pudo evitar levantarse de golpe y preguntar con voz temblorosa:

- Qui…¿Quién eres tú? De dónde sales?. Mientras hablaba notó un fuerte dolor en su barbilla que le impidió  terminar con su interrogatorio.

- Ssssshhht!- Le contestó Uruha al mismo tiempo que ponía su dedo índice sobre los labios de Kyo. Yo de ti no hablaría. Te han dado cuatro puntos en la barbilla  y te diste un buen golpe en la cabeza al caer. Así que túmbate y descansa ^^. Por cierto me llamo Uruha y llevo un buen rato aquí cuidando de ti, hehe…

>

- Oye… te lo agradezco, pero…. dudo que pueda descansar mucho contigo encima…así que por favor…

Seguidamente Kyo empujó levemente a Uruha para que se bajara de la cama. Pero el otro no entendió la indirecta, o simplemente pasó de él, y se incorporó de nuevo al notar que estaba a punto de caerse.

- Pesas….- masculló Kyo, pero se dio cuenta en seguida  de que con Uruha no le serviría de nada ponerse borde. Este tipo de gente  acostumbraba a estar inmunizada contra el mal carácter de Kyo . Ruiza no era precisamente de este tipo de personas >.

- Oye…Uru…

- Uruha-contestó el otro al ver que no recordaba su nombre.

- Eso, Uruha… ¿Quién me ha puesto los puntos?

- Ha sido Gakku, nuestro médico. Es cirujano y muy conocido, pero de tanto en tanto se pasa por aquí y cura a los heridos o enfermos… ¡Qué no son pocos! Ocho indigestiones por semana por culpa de la comida que cocina  Die-die , el pelirrojo que estaba jugando al póker con Mi-chan y Ruka-san….

- Ah…ya… y dónde puedo encontrarle? Me gustaría darle las gra…

- Y lo hace gratis… es muy buena persona… La verdad… dudo que alguien de nosotros pueda pagar los gastos del hospital privado  de aquí al lado. Así que nos hace un favor a todos. Oye, ¿tu vienes de allí, verdad? Y si ahora estás aquí, significa que no tienes ni casa, ni dinero…

Joer, pobrecito… espero que te toque un cliente fijo, por que si no…te pasarás años aquí para poder pagar tus deudas…XDD

Pero no sé por qué se molesta en venir…Pero se ve que ya hace tiempo que se dedica a hacer visitas a este centro.

- pensó Kyo, cuya paciencia estaba a punto de agotarse.

- Sinceramente, yo no lo haría.. puedes llamarme egoísta pero… al igual voy a perder mi tiempo en curar a pobres sin-techo , cuando podría estar tan tranquilo sentado en mi sofá mirando la tele. Tu no opinas la mismo, senpai??

Por cierto Gackt, osea Gakku, es que tengo la costumbre de poner motes a la gente XDD . Tú te llamas Kyo, verdad?. Sí, Kao-kao me lo dijo antes. ¿Puedo llamarte kyo-kun? ¿O kyonkichi?¿Kyo-kyo? Ay… no sé… kyo-kyo parece un nombre de gato… Bueno da igual, te llamo senpai y listo… vale… Pues Gakku me ha dicho…

- Puedes callarte de una puta vez??!?!??!?!?!? Y de paso salir de encima mío!!! Nadie te ha dicho que eres un verdadero coñazo?!?!?!??!  

Kyo ya no aguantó más. Su paciencia se agotó finalmente. Pero no esperaba una reacción por parte de Uruha…

- Sí…casi cada día.- contestó el otro indignado, sin bajarse de la cama

-  Mira, ayer batí el récord. Me lo dijeron hasta cinco personas, incluso  Kao que nunca pierde los nervios XD. Todo el mundo me dice que siempre estoy hablando y diciendo paridas y que no me callo ni pa’ atrás, pero mira.. ¿Qué quieres que te diga? Necesito hablar, no puedo evitarlo. Si tengo que decir algo ,lo digo y punto.  Mi sinceridad también es una de mis múltiples cualidades. Soy incapaz de mentir! Así que puedes confiar plenamente en mí XD Soy un libro abierto.

- Por favor… te lo suplico…. cá-lla-te!- Le imploró Kyo con lágrimas en los ojos. Pero no lloraba por dar pena…es que tenía un dolor de cabeza que no se aguantaba. No sabía si era por su accidente con la puerta o por Uruha. Un accidente… En el fondo, Kyo esperaba que recuperase la memoria después de recibir un fuerte golpe en la cabeza, tal y como ocurría en las películas. Pero no fue así. Seguía sin recordar nada y ,encima, estaba aún más aturdido que en los últimos meses…

- Bueno, pues lo que te decía.. Que Gackt me ha dicho que te diga que vendrá a sacarte los puntos la semana que viene y que no te quedará cicatriz.

Después de dar un largo suspiro y de contar hasta diez para no perder los nervios de nuevo, Kyo le contestó:

- Vale….muchas gracias Uruha….Por cierto… ¿tú sabes quién abrió la puerta cuando iba a salir? Es decir, el idiota que me dio en todos los morros?

- Öööhhh…. hehe…. oye… sabes que tienes unos ojos muy bonitos, kyo-kun??

- Da igual… déjalo, no lo empeores aún más todavía…

La puerta de la habitación se abrió entonces de nuevo.

- Buenos días, bella durmiente!!!- canturreó alegremente Die, al entrar en la habitación. Pero al ver a Uruha sentado encima de Kyo, se quedó inmóvil durante unos segundos, antes de taparse los ojos con las manos y exclamar:

- AHHHHH!!!! Ya sé qué es muy difícil resistirse a los encantos de Uruha pero… !!!!¿Cómo te atreves a asaltarle de esta manera el primer día???           ¡¡Degenerado!!!

- Oye!!! - De pronto, Kyo se levantó, tirando a Uruha al suelo y se abalanzó sobre el pelirrojo- Este peligro casi me envía de nuevo al hospital, así que de encanto nada de nada!!! Y cuando he despertado ya me lo he encontrado aposentado. Crees qué no he intentado sacármelo de encima!?!?!?

- ¿Qué has hecho qué?- Después de decir esto, Die corrió hasta Uruha que seguía en el suelo y como una madre que se preocupa por su hijo ,éste se agachó y ayudó a levantar al otro, que tenía los ojos empañados de lágrimas, y le preguntó

- Dime, Uru.. ¿Qué te ha hecho este gnomo ¿ Te ha intentado tirar al suelo?

- Xip… incluso lo ha conseguido, no sé si te has fijado. Y también me ha gritado…. sniff…

- Ahhh!!!! Eso son lágrimas de cocodrilo!- Exclamó Kyo- Estáis todos como putas cabras!! Anda y qué os den a todos! Yo me voy de aquí!

- ¿A sí? ¿ Y a dónde irás?- Preguntó Die, ahora mucho más serio- Si estás aquí es por alguna razón, digo yo. Kyo… no tienes a donde ir. Lo siento, pero creo que te tendrás que quedar aquí… 

Kyo no contestó. Le daba mucha rabia. Die tenía toda la razón. No podía irse.

Se sentó en la cama y a desgana, levantó la vista hacia Uruha y le preguntó:

- Te has hecho daño?

- Iie ~- respondió Uru, negándolo al mismo tiempo con la cabeza.

- Bien… oye… ya que me tendré que quedar aquí durante un tiempo, os importaría enseñarme todo el centro y presentarme a la gente?

- ¡Claro! - dijo con entusiasmo Uruha, cogiendo a Kyo por el brazo- Alehop ~ Vamos levanta, kyo-kyo ^^, que esto es muy grande y hay mucha gente. Por cierto, este es Die. Nuestro cocinero…

Al notar el tono despectivo, con el cual Uru dijo la última frase, Kyo no pudo evitar reírse.

- Encantado, kyo desu ~ Aunque ya lo sabías… ¿quién te lo ha dicho?

- Kaoru-san ^^-respondió Die.

- Lo suponía. Por cierto Uruha… No me habías dicho que kyo-kyo no te gustaba porque parecía el nombre de un gato??

- Ya… pero a mí me gustan lo gatos ^^- se limitó a contestar.

Los dos se encontraban en el despacho. Uno sentado en su silla y el otro yendo de un extremo de la habitación al otro. Estaba preocupado y no podía quedarse quieto. La propuesta del director le había asaltado por sorpresa y no lo veía tan claro como su superior.

- ¿Pero está seguro de que accederá? Mire… yo no estoy muy convencido, la verdad. Parece que tiene un carácter muy difícil. Dudo mucho que nos ayude  por las buenas…

- Colaborará- interrumpió el director- Te lo aseguro. Además esto también le beneficiará a él, no lo olvides.

- Sí, ya.. pero… yo no le veo muy dispuesto a…”colaborar” de esa manera.

- Bueno.. si no es así será de otro modo. Hay muchos trabajos aparte de este para ganar dinero rápido-le respondió al mismo tiempo que se levantaba de la silla- Lo dejo todo en tus manos, Kaoru. Si alguien puede convencer al nuevo, ese eres tú.

Se acercó a Kaoru y puso su mano sobre el hombro de éste. Se le aproximó y seguidamente le susurró :

- Ya nos falta poco… pero para conseguirlo, necesitamos que todos colaboren…Confío en ti. Ya puedes irte.

Kaoru asintió con la cabeza.

- Hai!

Hizo una reverencia y se dirigió a la puerta., aún más preocupado que al principio de la conversación con el director. Siempre se salía con la suya y, eso, a  Kaoru, no le gustaba. Siempre acababa cediendo y cuando se discutían, él era siempre el primero en bajar del burro. Nunca a podido negarse a nada, ya que siempre se sentía en deuda con el director.

>

Eso era lo que Kaoru siempre se decía antes de hablar con su superior para no caer de nuevo en la trampa del “yo confió en ti”o en la también conocida “tu eres el único que puede hacerlo”. Pero nunca le ha servido y al final siempre se acababa sintiendo peor. Porque había vuelto a dejarse enredar por el director y porque se sentía culpable por pensar que ya no le debía nada a Yoshiki. Le salvó la vida, sí, es verdad, pero Kaoru se arrepentía profundamente de haberle dicho el día que se conocieron que estaría siempre en deuda con él. Y precisamente por este sentimiento de arrepentimiento, Kaoru al final ya tenía el autoestima por los suelos. No paraba de pensar que era un desagradecido y que todo lo que hacía en el centro era por una buena causa. Aunque los métodos para conseguir sus objetivos no eran muy ortodoxos (nada ortodoxos), Kaoru solo podía callar y cumplir con su trabajo para contentar a Yoshiki.

>  Se repetía una y otra vez. Pero el caso era que lo que estaba haciendo era malo. Incluso era un delito. Pero… que se le iba hacer? Al fin y al cabo, todo era por una buena causa.

 

 

- Y a la derecha podemos apreciar el amplio salón-comedor estilo barroco- explicaba Uruha a Kyo, como si de un guía turístico se tratara- Como se puede observar es todo de IKEA pero no me puede negar de que es muy acogedor, sobretodo para ser un simple centro de ayuda social…

Mientras tanto, el otro observaba atónito al rubio y cautelosamente se acercó a Die:

- Oye… eso lo hace con todos los nuevos?? Es que llevamos hora y media y aún no he visto ni la mitad del centro…que por lo que veo.. es enorme…

- Uruha es la última adquisición del centro, así que… tú eres el primero.- le contestó con una amplia sonrisa.

- Aps….-  suspiró Kyo, acompañando el suspiro con un casi imperceptible

- Puede serlo…pero no me niegue, caballero, que Uruha es adorable cuando se toma algo tan en serio- añadió Die, imitando el tono de guía turístico de Uru, sin borrar la amplia sonrisa de su rostro.

- Pues la verdad es que….

No terminó la frase. Simplemente se quedó embobado mirando a Uruha mientras seguía con sus explicaciones. Tenía la vaga sensación de haberlo visto antes de perder la memoria. O ya le conocía, cosa que era muy improbable, ya que Uruha no mostró ningún signo de haber visto  Kyo con anterioridad, o conoció a alguien parecido a él. No físicamente ,sino por su carácter y su manera de actuar. Bueno, la verdad, gente tan “pirada” era difícil de olvidar. Kyo sonrío levemente al ver que no todo estaba perdido. Conoció a alguien como Uruha, y no se trataba de ningún miembro del cuerpo de enfermería, sino de otra persona. Un familiar quizás? O un amigo? Fuera quien fuera, seguro que debió ser una persona importante para Kyo, si después de un coma profundo y padeciendo amnesia, podía despertar en él esos sentimientos de nostalgia que le invadieron de pronto. También podía ser que no fuese ningún conocido de Kyo, simplemente podía tratarse de alguien que vio por casualidad en un bar… o en cualquier otro lugar y, claro, como a gente tan rara no se la olvida fácilmente, era bastante plausible que ese quizás “falso” recuerdo no le sirviese de gran ayuda para encontrar a gente de su entorno antes de verse involucrado en ese terrible accidente. No obstante Kyo se alegró. Había recordado algo, y menos da una piedra…

 

 

- Uruha-kun- dijo de pronto Kyo señalando a la ventana del comedor- oye… ese edificio de allí… es propiedad del centro?

Nadie le contestó. Kyo miró primero a Die y luego a Uruha, pero los dos le apartaron la mirada.

.

- No, no es del centro….pero pronto lo será- contestó de pronto una voz.

Kyo se dio la vuelta y reconoció a los otros dos que estaban jugando al póker con Die. De pronto notó como Uruha se dirigía al más pequeño dando saltos y todo extrañado le preguntó:

- Mi-chan, te han devuelto la ropa… juraría que Ruka y Die te la volvieron a quitar, al ver que te estabas vistiendo de nuevo!

-Sí…me ha costado lo mío… pero al final he podido convencer a este inútil de aquí.- Contestó  Yomi señalando a Ruka-

-Y… ¿cómo le has convencido, Mi-chan?  Había dicho que no te lo devolvería a menos que lo ganases otra vez jugando al póker…¿ Qué le has ganado?

- No…Si volvía a jugar corría el riesgo de perderlo todo… He tenido suficiente con mis “ artes persuasivas”.

¿Artes persuasivas??-Repitió Uruha confuso.

Se preguntó Kyo, que escuchaba atentamente su conversación, para saber cuando acabaría, dado que Yomi todavía no le había explicado del todo el tema del edificio nuevo, que le interesaba más que la odisea para recuperar la ropa…Aunque quería saber de qué artes persuasivas se trataban.

- Exacto, Uru… “Artes persuasivas”- volvió a decir el otro.

- Ahhhhhh, vale!!!!- exclamó Uruha- Esas “artes persuasivas” Entonces, es normal… Ruka-san no es de piedra, ni mucho menos…

- Bueno ya está bien!!!- gritó Kyo sonrojado- Artes persuasivas por aquí, artes persuasiva por allá… ya está bien.. y encima lo decís en un tono.. que se puede malinterpretar…

- Sabes.. que me decía mi madre cuando era pequeño, Kyo-kyo??-preguntó Uruha, sonriendo.

- ¿¡Qué?!- Masculló el otro (ya se ha acostumbrado al mote X3)

- Pues decía: Malinterpreta y acertarás!!!XD

- Para! Y eso te lo decía tu madre?? Ya sé a quién te pareces, entonces!

- Sí. Tengo su misma cara. Pero como lo sabes? Conociste a mamá, kyo-kyo?

 

 

Lo volvió a intentar. Cogió cuidadosamente las cartas con las dos manos y las colocó de tal forma que se apoyaran la una con la otra para que no se cayeran. Lo volvió a hacer una vez más, y otra, hasta que tuvo completada la base. Seguidamente empezó a construir el primer piso.

>

 

- Pero tú eres idiota o te entrenas!!!!!!!!!- vociferó de pronto Kyo, con tal fuerza, que Toshiya no pudo evitar  asustarse y pegar un pequeño salto, lo que provocó, que todo el castillo de cartas se viniera abajo.

- No lo decía por tu cara capullo, lo decía por tus ideas de bombero!! Además cómo quieras que conozca a tu madre, so inútil????

- Pero podría ser!!!- chilló el otro con lágrimas en los ojos-Jooooo, no hace falta que me grites!!!!! Eres un borde Kyo!!!!!!!!!!!! ¿Cómo quieres que yo sepa que tu no sabes que mi madre y yo nos parecemos, porque no la has visto nunca!?!?!?!??!!?!

- Pero si eres tu quien está gritando ahora, Uruha- comentó Ruka- Además, ¿cómo quieres que Kyo sepa que tu no sabes que él no sabe que tú y tu madre sois como dos gotas de agua, porque no la ha visto nunca?!? 

- AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!! PODEIS PARAR DE GRITAR, JODER!!!!- Exclamó Toshiya, levantándose al mismo tiempo que tiraba las cartas que constituían el castillo al suelo.

- Lo mismo te digo, Totchi-respondió Uruha, mucho más serio- Vergüenza te tendría que dar, pegar estos gritos.. ¿Qué no ves que así molestas a la gente? Baka….

-…

 

 

 

 

 

Todos quedaron en silenció. Toshiya murmuraba algo que los otros no pudieron comprender, pero seguramente sería un “lo voy a matar” o algo por el estilo. Nadie se le acercó ni le dijo nada. Era demasiado peligroso intentar razonar con Toshiya cuando se encontraba en ese estado, mas Kyo, que no conocía esa faceta suya, se le aproximó cuidadosamente para comprobar si estaba bien, ya que no se movía y solo salían esos ruidos extraños (que teóricamente eran frases) de su boca. Kyo se colocó al lado del chico moreno y le preguntó:

- Etouu.. estás bien..?

El otro ladeó levemente la cabeza y clavó sus ojos en los de Kyo.

- No!! Kyo!! Pero qué has hecho??? – exclamó súbitamente Uru- Totchi tiene muy mala leche, no te le acerques!!

- ¡¡Haberlo dicho antes capullo!- le contestó  Kyo, mosqueado.

No apartó la mirada y de repente pudo observar, como las facciones de Toshiya se suavizaban. Se había calmado. Kyo lo observó detenidamente durante unos segundos. Alto, esbelto, ojos grandes y negros, con el pelo cortado a media melena.

>

- Sí. Estoy bien, gracias por preocuparte, pero es que Uruha me pone de los nervios… – dijo Toshiya mucho más calmado, dedicándole al mismo tiempo una sonrisa a Kyo- Cadezco de la paciencia necesaria para aguantarle… Lo siento si te he causado molestias. Así que tu eres Kyo, ¿verdad? Encantado, me llamo Toshiya, pero puedes llamarme Totchi…

- No es justo.. todo el mundo sabe como me llamo y yo no se nada- se quejó Kyo, al mismo tiempo que le estrechaba la mano- Ha sido Kaoru, verdad???

- Sip. Bueno, yo me retiro, no vemos, Kyo. Bai~

Se dio la vuelta y subió las escaleras que dirigían al despacho de Kaoru.

 Kyo lo siguió con la mirada y seguidamente se volteó hacia los otros, al notar que le estaban mirando con cara de asombro.

-¿Qué?- Preguntó.

- Ha sido increíble.- contestó Die- Normalmente Toshiya no es muy agradable con los nuevos… aunque cuando le conoces te das cuenta de que en verdad, es una magnífica persona. Pero nunca había visto que se calmase con tanta facilidad. Solo acostumbra a hacer caso a Kaoru… Le debes caer bien ^^ Yo también me retiro, que la cena no se cocina sola, hasta luego.

  Se puso un chicle en la boca y salió del salón.

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Se dio la vuelta y vio a Uruha que estaba recogiendo las cartas que Toshiya había tirado.

- Creo que ya sé por qué le caes bien…

- ¿A sí?- preguntó Kyo a Uruha una vez hubo acabado de recoger las cartas.

- Kaoru nos explicó a todos tu situación Kyo… y… Toshiya tiene tu mismo problema. No recuerda nada de su pasado, solo sabía su nombre cuando llegó aquí hace un par de años.

- Vaya….- Kyo alzó la vista para ver la puerta por donde se había ido Toshiya.

- Vamos a la cocina para ver si podemos salvar algo de comida? – sugirió Yomi.- Hoy hay curry… no voy a permitir que ese idiota destroce mi plato favorito… (lo primero ke se me ocurrió XD)

- De acuerdo! – contestaron Uruha y Kyo al unísono.

 

 

 

 

- Por ahora tengo la noche libre… podríamos ir a algún sitio…¿Qué te parece? Hay una película que me gustaría ver…-  Decía Toshiya mientras se sentaba encima de la mesa – Hoy acabas pronto… vamos al cine si no me sale algo a última hora? ¿Qué me dices?

Kaoru no contestaba. Seguía impasible, contemplando al otro delante suyo sentado con las piernas cruzadas y mirándole fijamente. Las luces estaban apagadas y solo podía distinguir su silueta encima de la mesa, pero ya le bastaba mientras estuviera allí.

- ¿Quieres ir al cine, sí o no?- preguntó Totchi rompiendo el incómodo silencio que reinaba hacía unos segundos. Bajó de la mesa y se sentó a la falda de Kaoru (coñe no se como se dice en español XDD, está bien así???)

- ¿Sí o no?- insistió

- Eh… claro… a estas horas dudo que llame alguien…  ¿Cuál quieres ver?

- Shimitsu desu!

- De pornos… nada…. ya te aviso…

- Baka…

Le besó tiernamente en la boca y rodeó el cuello de Kaoru con sus brazos.

- Descuelga…el teléfono, Kao…

- Hai…

Sus labios se juntaron de nuevo y se fundieron en un beso mucho más apasionado que el primero. Explorándose mutuamente, sus bocas exasperantes no cesaban de besar los labios del otro. (coño k cursi…)

Kaoru empezó a desabrocharse la camisa y notó como Toshiya hacía lo mismo con sus pantalones. Le miró fijamente a los ojos y le besó dulcemente en la frente, apartando algún que otro mechón de pelo que la cubría.

 

De pronto una extraña música les interrumpió.

-         Kao… tu móvil…- Dijo Totchi señalando el bolsillo de la chaqueta del otro.

-         Solo me suelen llamar a este número si es algo urgente… tengo que cogerlo….- Se disculpó Kaoru ,al mismo tiempo que buscaba el dichoso aparatito que no cesaba de sonar.

-          No pasa nada…- Respondió desanimado y temiendo que esta llamada no se trataría precisamente de una buena noticia.

 

 

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- ¡¡Está buenísimo!!!

- No me lo puedo creer… este curry tiene sabor a curry y no muestra signos de radiación…Es… es…

- Un milagro!!

- ¡¡Qué milagro ni que ocho cuartos!! Lo que pasa es que la cena la he hecho yo y no ese idiota!!- Exclamó Kyo al escuchar la conversación de sus compañeros.

- Estoy impresionado, kyo-kyo- dijo Uruha que estaba sentado a su lado- está muy bueno este curry ¿Dónde has aprendido a …?

No llegó a terminar la pregunta. Había metido la pata. Era obvio que Kyo no se acordaba de su pasado. Por lo tanto no tenia ni idea de que supiese cocinar. No obstante, el otro no se enfadó. Sino todo lo contrarió. Rió ligeramente y contestó:

- Pues…no me acuerdo…pero cuando vi que Die le estaba poniendo aguarrás al curry,  pensando que era a saber qué.. no… no quiero ni imaginarlo… No pude evitarlo…y cuando me di cuenta, vi que me sabía la receta del curry de memoria… Así que empecé a prepararlo… y resultó que se me da bien la cocina… Es genial… ya sé algo más sobre mí.. Esto puede darme alguna pista.. ¿No creéis?

- Sí!!!- exclamó entusiasmado Uru- Oye, a partir de ahora puedes encargarte tú de cocinar… A Die-die seguro que no le importará… Solo aceptó cocinar para nosotros porque era el único que no causaba ningún incendio al preparar algo…

- O por lo menos procurar que Die no se equivoque con los ingredientes-interrumpió Yomi que ya iba a por su tercer plato de curry.

- Escuchad, como es que el director no busca un cocinero…- Quiso saber Kyo, ya que la idea de cocinar para tanta gente no le entusiasmaba demasiado.

- Porque les interesa más invertir en otras cosas…que en buscar a alguien que nos prepare la comida- Respondió Ruka- Además no tendrías que hacerlo todo tú solo.. Aquí todos ayudan, ya lo has visto antes cuando hemos ido a ver  a Die.

- Sip.. y tenemos lavavajillas!!!

- Ah….

A Kyo seguía sin entusiasmarle la idea, pero  ya que se tendría que quedar a vivir en ese lugar durante algún tiempo, más valía comer bien que morir por ingerir fideos radiactivos.

De pronto, pudo observar como Kaoru entraba en el comedor y se dirigía a su mesa. Se acercó a Uru y sin reparar en los demás y le dijo:

-         Uruha… esta noche tienes trabajo…

-         No.. hoy es miércoles… tengo libre-contestó el otro un tanto  confuso.

-         No era una pregunta, sino una afirmación. Ya recuperarás el día libre la semana que viene, hoy tienes que trabajar, a las 10.

Kyo pudo observar como su compañero iba empalideciendo al oír las palabras de Kaoru. Su sonrisa desapareció por completo y eso preocupó a Kyo que no comprendía nada.

-         Lo siento…ya sabes como es Amano…- continuó el secretario.

-         Amano? En este caso que vaya Toshiya…

-         Ocupado.- le interrumpió Kaoru sin dar más detalles.

Uruha se levantó de golpe y, con mala cara, se dirigió hacia la puerta del comedor.

El otro se quedó quieto, al lado de la mesa donde seguían comiendo lo demás. Se giró lentamente y antes de marcharse articuló un casi inaudible “que aproveche”.

- Oíd… ¿De qué hablaban estos dos? ¿Quién es Amano?- quiso saber Kyo.

-         Nada importante- respondió Yomi- Nosotros también tenemos que irnos, vamos Ruka?

-         Ei… y yo que hago?

-         Por ahora… nada, nos vemos más tarde- dijo Ruka al mismo tiempo que se levantaba de la silla.

Kyo observó como Yomi y Ruka se iban alejando.

 

 

 

 

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Kaoru no podía quitarse de la cabeza la conversación telefónica que había mantenido hace unos minutos. Amano-san  no paraba de exigirle que quería a Toshiya o a Uruha como acompañante. Kaoru, cuando quiso darse cuenta, ya había concertado una cita con Uru, sin tener en cuenta su noche de descanso.

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Salió del centro y se dirigió al parking, donde esperaba Totchi le estaba esperando. Miró el reloj. Tenían que darse prisa, la película empezaba a las 21:00.

 

 

 

 

Nadie había vuelto todavía. Salió de la cama, para dirigirse a la ventana; se apoyó en el alféizar y observó atentamente el reloj de la farmacia que se encontraba delante del centro.

La 1h. La calle estaba llena de jóvenes que se disponían a ir de fiesta; de oficinistas que iba a hacer “la última copa” en algún bar; de alguna que otra prostituta….

 Un viento helado se colaba por la ventana medio abierta, así que Kyo la cerró y se dispuso a echar un vistazo  a esa “casa encantada”. Salió de la habitación. El pasillo estaba desierto y oscuro, mas no le disuadió. Continuó y bajó por las escaleras. Cuando se encontraba en la planta principal, Kyo decidió ir en busca de alguna puerta trasera. Por suerte, no le costó mucho dar con ella, ya que se hallaba justo en la sala de estar, en la que conoció a Toshiya. Se acercó a ella para comprobar si estaba abierta. Efectivamente.

La puerta daba a un patio interior que conectaba con el edificio, al que podía reconocer a pesar de la oscuridad que reinaba en ese momento, dado que las únicas luces encendidas eran las de éste mismo. Siguió el camino de piedra, no obstante, no pudo evitar tropezarse un par de veces.

 Por fin llegó. La observó detenidamente y se percató de que se trataba de una casa idéntica al centro, sólo que daba a la calle paralela a la suya. Por lo tanto, a Kyo no le costó encontrar otra puerta trasera por la que entrar. Ésta no cedió tan fácilmente, pero después de un par de golpes, se abrió.

 Por fuera era exactamente igual, pero la decoración interior era, sin duda, otro cantar. Kyo quedó absorto observando la extraña combinación entre salón de té y bar de mala muerte. La sala estaba abarrotada de hombres, que a juzgar por la ropa, debían ser de clase alta. Entre ellos pudo distinguir a varios de los residentes del centro, aunque le costó lo suyo, debido a las pintas que llevaban. Corsés, ligas, maquillaje, algo que Kyo no se atrevió a definir como “falda”, a causa de su escasez de tela… A primera vista parecían mujeres, pero igualmente el nuevo inquilino les reconoció. Todos ellos se dedicaban a servir copas a los clientes y a “entretenerlos”. La sala estaba lleno de humo y la cantidad de distintos perfumes que se podían distinguir, estaban mareando a Kyo que no sabía si todo esto se trataba de algún tipo de bar de alterne o de un…

De pronto echó a correr hacia las escaleras situadas en la misma parte de la casa que en el centro. Subió por ellas y siguió el largo pasillo que, sin duda alguna, daba a las habitaciones. Las puertas de éstas eran idénticas a las otras, pero en vez de números, en el marco de la puerta se podían leer nombres.

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De repente Kyo se frenó en seco delante de la quinta puerta.

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No se atrevía a abrirla. Temía lo que podía encontrarse detrás de estas paredes. Instintivamente puso la mano en el pomo de la puerta y lo giró lentamente. La puerta estaba abierta. Rápidamente se apartó de allí y se dispuso a marcharse, pero cambió de opinión. Alguien gritaba. Se dio la vuelta y apoyó su cabeza contra la “puerta de Uruha” para oír mejor. Pedía ayuda, le estaban haciendo daño. Kyo no lo aguantó más y abrió la puerta de golpe.

Sus ojos  inspeccionaron la habitación hasta que se quedaron clavados en la única cama de la habitación.

-         Quién coño eres? Con uno me basta, no necesito a dos, lárgate enano!- exclamó Amano que se encontraba al lado de la cama de pie, con una botella en la mano. Kyo no le hizo caso y se dirigió a la cama en la que estaba estirado Uruha, vestido de la misma forma “rara” que los demás. Tenía las piernas llenas de magulladuras y le brotaba sangre del labio inferior. Le miró fijamente y susurró:

-         Kyo-kyo, sácame de aquí.